Si has visitado al dentista últimamente y te han hablado de un tratamiento de conducto, es posible que te sientas un poco preocupado o confundido. No te preocupes, no eres el único. Muchas personas no saben exactamente qué es un tratamiento de conducto o cuánto tiempo dura.
¿Qué es un tratamiento de conducto y cuánto dura?
Un tratamiento de conducto, también conocido como endodoncia, es un procedimiento dental que se realiza para salvar un diente que está gravemente infectado o dañado. Durante el tratamiento, el dentista o endodoncista elimina la pulpa dental, que es el tejido blando y sensible en el interior del diente. Luego se limpia y se sella el conducto radicular, que es el espacio donde se encuentra la pulpa.
Un tratamiento de conducto puede ser necesario cuando una caries profunda, una lesión o una enfermedad de las encías han permitido que las bacterias entren en la pulpa dental y causen una infección. Si no se trata, la infección puede causar dolor, hinchazón y eventualmente llevar a la pérdida del diente.
En general, un tratamiento de conducto dura entre una y dos horas. Sin embargo, la duración exacta del procedimiento dependerá de la complejidad del caso y del número de conductos radiculares que deban tratarse. Un diente con una sola raíz y un solo conducto suele ser más fácil de tratar que un diente con varias raíces y conductos.
Una vez que se completa el tratamiento, es posible que necesites una corona dental para proteger el diente y restaurar su forma y función normales. El dentista te indicará si es necesario realizar algún otro tipo de tratamiento.
¿Cuándo se realiza el tratamiento de conducto?
En general, un tratamiento de conducto se realiza cuando la pulpa dental está gravemente infectada o dañada y no puede sanar por sí sola.
Los síntomas comunes que indican que puede ser necesario un tratamiento de conducto incluyen:
- Dolor de dientes al morder o masticar
- Sensibilidad al calor o al frío que dura más de unos pocos segundos
- Hinchazón en las encías cercanas al diente afectado
- Dolor de dientes intenso y prolongado
- Dolor que se irradia a la mandíbula, el cuello o la oreja
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a un dentista lo antes posible. Un tratamiento de conducto puede salvar el diente y evitar la necesidad de una extracción dental.
Además de tratar una pulpa dental infectada o dañada, un tratamiento de conducto también puede ser necesario para preparar un diente para un implante dental o para tratar una lesión dental.
En resumen, un tratamiento de conducto es un procedimiento dental común que se realiza para salvar un diente infectado o dañado. El procedimiento suele durar entre una y dos horas y puede ser necesario si experimentas dolor, sensibilidad o hinchazón en los dientes o las encías. Si crees que puedes necesitar un tratamiento de conducto.
Preguntas Frecuentes
¿Qué sucede durante un tratamiento de conducto?
- Durante un tratamiento de conducto, el dentista o endodoncista eliminará la pulpa dental, que es el tejido blando y sensible en el interior del diente. Luego se limpia y se sella el conducto radicular, que es el espacio donde se encuentra la pulpa. El objetivo del tratamiento es salvar el diente y evitar la necesidad de una extracción dental.
¿Duele un tratamiento de conducto?
- La mayoría de las personas sienten algo de dolor o molestia durante el procedimiento de tratamiento de conducto, pero esto se puede controlar con anestesia local. Después del procedimiento, es normal sentir algún dolor o sensibilidad durante unos días, pero esto también se puede aliviar con analgésicos de venta libre. Si experimentas dolor intenso o prolongado, debes comunicarte con tu dentista.
¿Qué debo hacer después de un tratamiento de conducto?
- Después de un tratamiento de conducto, es posible que necesites una corona dental para proteger el diente y restaurar su forma y función normales. También debes evitar masticar alimentos duros o pegajosos y cepillarte los dientes con cuidado para evitar dañar el diente tratado. Tu dentista te indicará si es necesario realizar algún otro tipo de tratamiento.